El que fuera el primer jefe de Estado negro de Sudáfrica, muy sonriente y montado en un pequeño coche eléctrico, salió al césped para saludar a los miles de espectadores, que rompieron en un inmenso aplauso antes de empezar a corear "Madiba, Madiba", como se le conoce en Sudáfrica.
En el palco de personalidades, la reina de España, Doña Sofía, y los príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, junto al príncipe heredero de Holanda, Guillermo, siguieron con emoción en el rostro la aparición del mayor símbolo de la lucha anti-apartheid.
Entre los famosos que acudieron al Soccer City estaba también el tenor Plácido Domingo, la actriz sudafricana Charlize Theron o el actor estadounidense Morgan Freeman, quien encarnó a Mandela en la película "Invictus".
La breve presencia de Mandela, que cumplirá 92 años el próximo día 18 y que no pudo estar en la ceremonia de apertura el pasado 11 de junio, fue el broche de oro a una ceremonia llena de luz y música, en la que la estrella fue la cantante colombiana Shakira.
En una fresca noche en Johannesburgo, Shakira se encargó de calentar el ambiente al ritmo de su "waka-waka", a pocas horas de que comience la gran final mundialista.
El estadio Soccer City de Johannesburgo vibró al ritmo de la canción del Mundial, que encabezó las varias actuaciones musicales de la ceremonia de clausura del primer Mundial celebrado en territorio africano.
Un inmenso "For Africa (Por África)" lució en el centro del terreno de juego mientras languidecía la canción de la intérprete colombiana.
Las referencias a África fueron constantes en el espectáculo de luz, color y música dispuesto para abrir paso al partido más esperado desde que hace un mes comenzó la competición por la Copa del Mundo.
El césped del Soccer City se convirtió en una inmensa pantalla sobre la que desfilaron las imágenes más impactantes del Mundial o un mapa de Sudáfrica con las sedes de la competición.
El público no pudo dejar de aplaudir entusiasmado cuando sobre el cesped se dibujaron distintos instrumentos, que unos jóvenes se pusieron a tocar saltando y bailando, así como cuando los bailarines se juntaron para formar una vuvuzela gigante, probablemente la trompeta que más famosa se ha hecho en este torneo.
El ritmo desenfrenado de Shakira cambió a la calma de las sabanas africanas con la interpretación del coro Ladysmith Black Mambazo, mientras se paseaban por el campo unos elefantes articulados antes de que la música típica de los mineros llenara el aire del mayor estadio de Johannesburgo.
La ceremonia terminó con un "gracias" escrito en varias lenguas, a la espera de los 90 minutos más esperado desde hace un mes en los que España y Holanda pugnarán por conseguir su primera Copa del Mundo.
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